Aunque se pueden encontrar en el mercado durante todo el año, en noviembre empieza la temporada de las acelgas. Para escogerlas, debemos fijarnos en que las hojas estén firmes, sean de un color uniforme, sin manchas y las pencas estén duras.
La acelga es una verdura con un elevado contenido en agua y muy pocas calorías, por lo que es un alimento a tener en cuenta en las dietas de adelgazamiento. Además tienen un alto contenido en fibra, lo que le confiere propiedades laxantes. También es rica en vitamina A y en ácido fólico. En cuanto a su contenido en minerales, destaca el alto contenido en potasio, lo que le otorga un efecto diurético y en magnesio. Todo esto hace de las acelgas un alimento ideal para todos, y especialmente para los niños.
Sin embargo hay que moderar su consumo si se padecen cálculos renales o artritis debido a su contenido en ácido oxálico. Los niños menores de tres años deben evitar el consumo de acelgas (y también de espinacas), debido a su concentración en nitratos, que en niños pequeños pueden interferir en la distribución del oxígeno en sangre.
Hay multitud de maneras de preparar las acelgas. Se pueden tomar crudas, en ensaladas, como guarnición de platos, hervidas, al vapor o salteadas o formando parte de diversas preparaciones como potajes, tortillas, guisos… Además las pencas se pueden preparar por separado rebozadas, rellenas…